LUCE Radio

jueves, 10 de noviembre de 2016

¿QUE ROPA TIENE USTED HOY?

Todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia.
Isaías 64:6
En gran manera me gozaré en el Señor, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia.
Isaías 61:10

Al levantarnos por la mañana podemos preguntarnos: ¿Qué me pongo hoy? Escogemos la ropa y los zapatos para tener la mejor apariencia posible. Pero, ¿he pensado en la ropa que llevo puesta ante Dios? Después de su expulsión del jardín del Edén, Adán y Eva se habían hecho ropa: “Cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales” (Génesis 3:7). Pero ante Dios tuvieron miedo y se escondieron, pues conocieron que estaban desnudos, a pesar de sus esfuerzos (v. 10).

No tratemos de confeccionar nosotros mismos un vestido que convenga para presentarnos ante Dios. Nuestro trabajo, nuestras obras o nuestra buena conducta no pueden hacer que tengamos una ropa de justicia que nos permita estar en pie ante él.


Pero, por amor, Dios quiere darnos lo que necesitamos, como lo hizo en otro tiempo con Adán y Eva. “Y el Señor Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió” (Génesis 3:21). Para obtener estas prendas fue necesaria la muerte de una víctima. 

El “manto de justicia” del que habla el segundo versículo de hoy, y que nos permite estar ante Dios, nos fue otorgado mediante la muerte de Jesucristo en la cruz. 

“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (2 Corintios 5:21). Es ese manto de justicia que Dios nos da gratuitamente cuando aceptamos, por la fe, lo que Jesús hizo por nosotros.

Gracias por leernos fielmente, para nosotros es muy importante que puedas participar de estas meditaciones y que puedas escuchar nuestra radio online. Si tienes algún pedido de oración puedes ponerte en contacto con nosotros por medio de este medio o buscanos en Facebook como "LA ULTIMA COSECHA ESPAÑA" o Radio la ultima cosecha. Si lo prefieres puedes llamar al 667.250.550 (Whatsapp) o 966.292.154.

DIOS TE BENDICE¡¡¡

miércoles, 9 de noviembre de 2016

ILUMINEMOS DESDE DENTRO

(Jesús dijo:) Les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos. Juan 17:26
Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Juan 8:12


Hace algunos años se cambió la iluminación de la torre Eiffel. En lugar de los enormes proyectores que iluminaban su fachada exterior, un gran número de pequeños proyectores, instalados en el interior de los armazones, iluminan cada uno de sus elementos. ¡El resultado es impresionante, pues la torre no solo se ve iluminada, sino que parece como si de ella misma saliese luz!

Al constatar este cambio, un predicador dijo: «Ahora la luz viene del interior; y es mucho más hermoso. Esto es lo que necesitamos en nuestros corazones. Necesitamos la luz de Cristo en nosotros, para que la gente, al vernos, sepa que Jesucristo vive en nosotros».

Y continuó diciendo a su auditorio: «¿Conoce usted a Jesucristo? ¿Ha iluminado él su ser interior? ¿Vive en su corazón? Lo que el sol hace en la naturaleza, Cristo puede hacerlo en su vida espiritual. Un hombre sin Dios es como alguien que camina palpando en la oscuridad. Pero Jesús quiere entrar en su vida, iluminar sus pensamientos, permitirle actuar como él, controlar sus palabras, su comportamiento».

Entonces el creyente tendrá luz en sí y reflejará la claridad divina. Jesús declara: “Yo soy la luz del mundo”, y también: “Vosotros sois la luz del mundo” (Mateo 5:14). Cuando nos volvemos hacia Jesús, empezamos a reflejar su luz.


“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16).

martes, 8 de noviembre de 2016

LAS MENTIRAS

El diablo... no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. Y a mí (Jesús), porque digo la verdad, no me creéis.Juan 8:44-45


En contraste con la verdad de Dios que es una y que habla a todos el mismo lenguaje divino, ¿hemos notado cuán contradictorios son los argumentos del diablo, diferentes según las disposiciones de quienes los escuchan?

–Cuando la conciencia de alguien empieza a hablarle, el diablo lo tranquiliza diciéndole: «No eres tan malo». Pero si la persona se siente abrumada por el peso de sus pecados, también sabrá desanimarla: «¡Eres demasiado malo para que Dios te perdone!».

–A los jóvenes, Satanás les sugiere: «Eres demasiado joven para ocuparte de esas cosas», pero a las personas mayores les dice: «Eres demasiado viejo para cambiar de convicciones».

–Hace que algunos digan: ¿Después de la muerte?, ¡ya veremos!», mientras otros afirmarán: «¡Después de la muerte no hay nada!».

–El diablo, refiriéndose a los creyentes, dice: «¡Fíjate en esas personas, qué austeras son!». O inversamente: «Ya ves que no son mejores que tú».

–A algunos les dice al oído: «Es demasiado fácil pretender que es suficiente con creer», mientras que a otros dirá: «Ellos tienen suerte de tener fe; pero usted no la tiene».

–A muchos convence de que basta con ser sincero, sea cuál sea su creencia, mientras que a otros asusta tratando de persuadirlos de que no tienen la verdadera fe.


“El justo aborrece la palabra de mentira” (Proverbios 13:5).

lunes, 7 de noviembre de 2016

UNA MONTAÑA DIFICIL

En lo alto de un pliegue de la Cumbre Jughandle, hay un glaciar. La ruta para llegar hasta allí asciende por una cresta empinada y angosta, cubierta de lomas y piedras sueltas. La subida es agotadora. Sin embargo, allí hay un manantial que brota de un terreno blando y cubierto de musgo que atraviesa una pradera exuberante. Es un lugar tranquilo para beber y prepararse para el duro ascenso.

En El progreso del peregrino, la clásica alegoría de la vida cristiana, de John Bunyan, Cristiano llega al pie de una empinada subida llamada Collado Dificultad, «… en el que había una fuente […]. Cristiano se acercó a la fuente, bebió y se refrigeró. Emprendió después collado arriba…».


Quizá la difícil montaña que enfrentas es un hijo rebelde o un diagnóstico médico grave. El desafío parece insuperable. Antes de enfrentar la próxima tarea difícil, acude a la fuente de refrigerio: Dios. Preséntale tu debilidad, agotamiento, desesperanza, temor y duda, y bebe profundamente de su poder, fortaleza y sabiduría. El Señor conoce todas las circunstancias y te dará un caudal de consuelo y fortaleza espiritual. Él levantará tu cabeza y te dará fuerzas para seguir avanzando.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

VIGILANTE Y ALERTA

Una vez en un día de campo pude observar cierto comportamiento en las aves al acercarse a una mosquitera que había en la ventana de la casa en la que estábamos.  Algunas se acercaban a la ventana para comer los insectos atrapados en el mosquitero, y miran y escuchan atentamente alrededor por si hay algún peligro. Solo cuando están seguras, se posan para alimentarse. Aun así, cada pocos segundos, investigan la zona.

La conducta que demuestran estas aves me recuerda que la Biblia nos enseña a los cristianos a estar alertas. Nuestro mundo está lleno de tentaciones, y debemos mantenernos vigilantes y atentos a los peligros.

Como Adán y Eva, podemos enredarnos fácilmente en algo atractivo de este mundo que parece ser «bueno para comer, […] agradable a los ojos, y […] codiciable para alcanzar la sabiduría» (Génesis 3:6).

Pablo exhortó: «Velad, estad firmes en la fe» (1 Corintios 16:13); y Pedro advirtió: «Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar» (1 Pedro 5:8).


Mientras trabajamos para ganarnos el pan diario, ¿estamos alertas ante lo que podría comenzar a consumirnos? ¿O hay algún atisbo de autosuficiencia u obstinación que pudiera llevarnos a desear haber confiado en Dios?

Le damos las gracias por leernos fielmente, trabajamos para edificar si vida y para que el nombre del Señor sea exaltado. Si usted tiene algún pedido de oración, no dude en hacérnoslo llegar por medio de esta página o llamándonos al 667.250.550 o 966.292.154.

Dios le bendiga¡¡¡