LUCE Radio

jueves, 20 de octubre de 2016

TU TRAVESIA

Peter creció durante la rebelde década de 1960 y se alejó de la religión. Había asistido a la iglesia siempre, pero no aceptó a Cristo como Salvador hasta después de un accidente, con poco más de 20 años. Desde entonces, no ha dejado de hablarles a otros del amor de Jesús. Ha sido una verdadera travesía.

Sin duda, «una travesía» describe la vida en este mundo accidentado. En el camino, encontramos montañas y valles, ríos y llanuras, carreteras concurridas y senderos solitarios; es decir, altos y bajos, alegrías y tristezas, conflictos y pérdidas, angustias y soledad. No podemos ver lo que está por delante, así que debemos aceptar las cosas como vienen, y no como desearíamos que fueran.

No obstante, el seguidor de Cristo nunca enfrenta esta travesía solo. La Biblia nos recuerda que Dios está siempre con nosotros. No hay lugar adonde vayamos que Él no esté (Salmo 139:7-12). Nunca nos dejará ni nos abandonará (Deuteronomio 31:6; Hebreos 13:5). Jesús, después de haber prometido enviar al Espíritu Santo, les dijo a sus discípulos: «No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros» (Juan 14:18).


Podemos enfrentar tranquilos los desafíos y las oportunidades que se presentan en nuestro viaje, porque Dios nos prometió estar siempre presente.

miércoles, 19 de octubre de 2016

SOLITARIO EN EL DESIERTO

Solitario del desierto es la historia personal de Edward Abbey sobre sus veranos como guardabosque en un parque nacional en Utah, Estados Unidos. Vale la pena leer el libro tan solo por el lenguaje vivaz y las gráficas descripciones de las bellezas naturales de aquel lugar.

Sin embargo, a pesar de sus cualidades artísticas, Abbey era un ateo que solo podía ver la belleza superficial de lo que disfrutaba. ¡Qué triste! Vivió toda su vida elogiando la belleza, sin captar la esencia de toda esa maravilla.

La mayoría de los pueblos antiguos tenían teorías sobre los orígenes rodeadas de leyendas, mitos y canciones. Pero la historia de Israel sobre la creación era única: hablaba de un Dios que creó la belleza para que la disfrutemos con la alegría de un niño. Dios ideó el cosmos, lo puso en existencia con su palabra y lo declaró «hermoso». (La palabra hebrea traducida bueno también significa bello). Después de crear un paraíso, formó al ser humano, lo puso en Edén y le dijo: «¡Disfruta!».

Algunos ven y disfrutan de la belleza de los buenos regalos de Dios, pero «no le glorifican como a Dios, ni le dan gracias, sino que se envanecen en sus razonamientos» (Romanos 1:21)


Otros ven la belleza y dicen: «Gracias, Dios».

Les invitamos a que puedan seguir disfrutando de la programación de nuestra emisora online. Estamos trabajando para mejorar y para ofrecerles un mejor servicio y una mejor programación con programas en directo. Próximamente comenzaremos a emitir 24 horas al día.

sábado, 15 de octubre de 2016

ADMIRADOR DE POR VIDA

Cade Pope, un niño de doce años, envió por correo 32 cartas manuscritas; una para cada directivo de la Liga Nacional de Fútbol (NFL) de los Estados Unidos, en la que decía: «A mi familia y a mí nos encanta el fútbol. Participamos en las competiciones del fútbol de fantasía por Internet y miramos los partidos todos los fines de semana […]. ¡Estoy listo para elegir un equipo para alentar por el resto de mi vida!».

El dueño del equipo Carolina Panthers le contestó con una nota también manuscrita, que empezaba diciendo: «Sería un honor que nuestro [equipo] sea tu equipo. Te sentirás orgulloso de nosotros». Esa carta no solo fue personal y afectuosa… fue la única respuesta que recibió. Por supuesto que Cade se convirtió en un fiel aficionado de los Carolina Panthers.


En el Salmo 86, David habló de su lealtad al único Dios verdadero: «En el día de mi angustia te llamaré, porque tú me respondes. Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses» (vv. 7-8). Nuestra devoción a Dios se origina en su carácter e interés por nosotros. Él es quien contesta nuestras oraciones, nos guía por su Espíritu, y nos salva por medio de la muerte y la resurrección de su Hijo Jesucristo. Por eso, merece nuestra lealtad para toda la vida.

jueves, 13 de octubre de 2016

BIENVENIDOS TOSOS

La noche en que proyectaran una película en cierta iglesia y por la que habían orado tanto, llegó. Se habían colocado anuncios por todo el pueblo, y las pizzas ya estaban en el horno. Esteban, el pastor de jóvenes, esperaba que ese filme sobre las pandillas en Nueva York incentivara a los jóvenes a evangelizar a esos grupos, pero se había olvidado de que televisaban un partido de fútbol y que asistiría poca gente. 

Cuando iba a comenzar la película, llegaron cinco motociclistas, todos vestidos de cuero. Esteban se puso pálido.

El líder de los motociclistas lo miró y preguntó: «Es gratis y para todos, ¿no?». Esteban respondió: «Solo para miembros del club». El motociclista tomó un brazalete con las letras QHJ (¿Qué haría Jesús?) y se lo dio. Avergonzado, Esteban los hizo pasar.

¿Alguna vez te pasó algo así? Deseas compartir la buena noticia de Jesús, pero tienes una lista mental de las personas «aceptables» para hablarles. Los líderes religiosos solían criticar a Jesús por reunirse con ciertas personas. Sin embargo, Él recibía de buena gana a todos los que el resto de la sociedad evitaba, porque sabía que eran quienes más lo necesitaban (Lucas 5:31-32).

Dejemos de ser religiosos, dejemos de ser fariseos. Rechazamos a ciertas personas por las apariencias, pensamos que esa gente no son dignos de la salvación, que por que vayan vestidos de una o de otra manera no merecen que le prediquemos el evangelio de Cristo.
Si Jesús hubiera sido de esa manera, todo su ministerio no será ni la sobra de lo que llegó a ser. Si Cristo se hubiera fijado más en nuestra apariencia que en nuestro interior, él hubiera seleccionado quien podría ser salvo y quien no, pero lo maravilloso es que no eligió, no seleccionó, todos, absolutamente todos tenemos derecho al acceso a la vida eterna por medio de la salvación en Cristo Jesús.

Queridos amigos y hermanos, les damos gracias por su fidelidad. Sigan escuchándonos, como saben, en la parte de arriba a la izquierda hay una ventanita que dándole al play usted puede sintonizarnos donde se encuentre. De la misma manera, puede escribirnos y mandarnos su pedido de oración.


DIOS LOS BENDIGA¡¡¡

viernes, 7 de octubre de 2016

AFERRARSE A LA CRUZ

En 1856, Charles Spurgeon, el gran predicador londinense, fundó un seminario de capacitación para el servicio cristiano. En 1923, se le cambió el nombre Universidad del Pastor por Universidad Spurgeon.
En la actualidad, el escudo de la institución contiene una mano que toma una cruz y las palabras latinas Et Teneo, Et Teneor: «Me tomo y soy tomado». En su autobiografía, Spurgeon escribió: «Este es el lema de nuestra escuela. Nos […] tomamos de la cruz de Cristo con una mano enérgica […] porque esa cruz nos toma firmemente con su poder de atracción. Nuestro deseo es que todo ser humano se aferre a la Verdad y sea asido por ella; en especial, la verdad del Cristo crucificado».

En su carta a los filipenses, Pablo declaró que esta verdad era el fundamento de su vida: «No que lo haya alcanzado ya […]; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús» (Filipenses 3:12). Como seguidores de Cristo, transmitimos el mensaje de la cruz a otros mientras Jesús nos sostiene firmemente en su gracia y poder. «Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí» (Gálatas 2:20).


Nuestro Señor nos toma con su mano de amor todos los días… y nosotros extendemos su mensaje de amor a los demás.

Les invitamos a que puedan seguir escuchandonos por medio de este blog, esperamos que estemos siendo de bendición para su vida. Si lo desea puede mandarnor su pedido de oración via inbox o buscandonos en face como: CENTRO CRISTIANO INTERNACIONAL LA ULTIMA COSECHA, o si lo prefiere puede llamarnos a 667.250.550 o 966.292.154.

DIOS LO BENDIGA¡¡¡

jueves, 6 de octubre de 2016

ALABAR Y PEDIR

Una organización cristiana de ayuda a jóvenes en situación de riesgo, en Nueva York, nació de un compromiso inusual con la oración. Su fundador vendió su televisor y dedicó el tiempo que pasaba mirando televisión (dos horas por noche) a orar. A los pocos meses, no solo entendió mejor lo que quería emprender, sino que también aprendió a lograr un equilibrio entre alabar a Dios y pedirle ayuda.


La oración del rey Salomón en la dedicación del templo muestra este equilibrio: comenzó resaltando la santidad y la fidelidad de Dios. Luego, le atribuyó al Señor el éxito del proyecto y enfatizó su grandeza: «los cielos y los cielos de los cielos no te pueden 
contener; ¿cuánto menos esta casa que he edificado?» (2 Crónicas 6:18). 
Después de exaltarlo, Salomón le pidió que prestara especial atención a todo lo que sucedía dentro del templo, que mostrara misericordia a los israelitas y que supliera sus necesidades. Inmediatamente después de su oración, «de los cielos descendió fuego y consumió el holocausto y las víctimas, y la gloria del Señor llenó el templo» (7:1 RVC). Esta respuesta increíble nos recuerda que el Dios poderoso a quien le hablamos y alabamos en oración también nos escucha y responde a nuestras peticiones.

miércoles, 5 de octubre de 2016

BUEN REMEDIO

Conducir de manera negligente, discutir e insultarse es habitual entre algunos taxistas y chóferes de minibuses en Accra, Ghana, lo cual suele generar peleas. Sin embargo, una vez, presencié un incidente que terminó distinto. Un taxista casi choca contra un autobús. Supuse que el chófer del autobús se enojaría y le gritaría al otro hombre. En cambio, lo miró y, con tranquilidad, le sonrió. Esa sonrisa obró maravillas. El chófer del taxi levantó la mano, se disculpó, le sonrió y siguió su camino… la tensión había desaparecido.

Una sonrisa actúa de manera asombrosa en la química del cerebro. Los investigadores han descubierto que se liberan endorfinas, las cuales producen un efecto fisiológicamente relajante. Esto no solo se aplica a situaciones externas, sino que una sonrisa también puede disipar la tensión emocional interna. La Biblia nos enseña: «Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros» (Efesios 4:31-32).


Cuando el enojo, la tensión o la amargura amenazan nuestra relación con Dios y con los demás, recordemos que «el corazón alegre constituye buen remedio» (Proverbios 17:22), que nos traerá gozo y bienestar.

martes, 4 de octubre de 2016

PRESOS LIBERADOS

Cuando visité un museo de la Fuerza Aérea de mi país, me conmovió particularmente la sección de los prisioneros de guerra, donde se recreaban las barracas de un campamento alemán de prisioneros. El familiar de un amigo mío formó parte de esa fuerza en misiones aéreas sobre Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Más de 26.000 hombres murieron y no menos de 47.000 fueron heridos, entre los cuales estaba él, uno de aquellos prisioneros de guerra. Mientras recorría la exposición, recordaba como mi amigo me contaba la alegría tan enorme que le supuso a su abuelo ser liberado.

El Salmo 146 habla del cuidado de Dios a los oprimidos y la liberación de los encarcelados: el Señor «que hace justicia a los agraviados, que da pan a los hambrientos. […] liberta a los cautivos» (v. 7). Todo esto genera celebración y alabanza. Sin embargo, la mayor libertad es la de la culpa y la vergüenza. Con razón, Jesús afirmó: «si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres» (Juan 8:36). Cuando llegamos a los pies de Cristo ninguna situación pasada, ningún pecado pasado, ni siquiera el diablo puede acusarnos. En la cruz se pagó un precio demasiado alto, un precio eterno como para que nosotros hoy en día nos acordemos de todo el pasado que Dios ya perdonó y olvidó.


Por el sacrificio de Cristo, somos liberados de la prisión del pecado, para conocer el gozo, el amor y la libertad que solo el perdón puede brindar.

lunes, 3 de octubre de 2016

NADA DE EXTRANJEROS

En una zona remota de Ghana, un proverbio común era: «A la hora de comer, nada de amigos». La gente del lugar consideraba descortés visitar a alguien a esa hora porque la comida solía escasear. La máxima también se aplicaba a los vecinos y los extranjeros.

Sin embargo, en Filipinas, donde también viví, aunque no avises que los visitarás a la hora de comer, los anfitriones insistirán en que comas con ellos, sin importar que no haya suficiente para todos. Cada cultura tiene sus razones.

Cuando los israelitas salieron de Egipto, Dios dejó instrucciones sobre cómo proceder. No obstante, las normas no siempre cambian el corazón. Por eso, Moisés dijo: «cambia la actitud de tu corazón y deja de ser terco (Deuteronomio 10:16 NTV). Luego, agregó algo sobre el trato a los extranjeros: Dios «demuestra amor a los extranjeros que viven en medio de ti y les da ropa y alimentos. Así que tú también tienes que demostrar amor a los extranjeros» (18-19).
Israel servía al «Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible» (v. 17). Una manera poderosa de identificarse con Él era amando a los extranjeros; los de otras culturas.

¿Qué significa esto hoy para nosotros? ¿Cómo podemos mostrar su amor a los marginados y los necesitados?

Señor, ayúdame a mostrar hoy tu amor.


Te invitamos a puedas seguir en la sintonía de La Última Cosecha Radio.